La película Whiplash es un claro ejemplo de las
típicas frases “Quien la sigue la consigue”, “Sin sacrificio no hay beneficio”,
etc. Pero eso sí, llevado al extremo.
Desde el comienzo ya vemos como el protagonista se
pone una meta absurda, ser el mejor batería del mundo. Esta meta no potenciará
sus logros como él espera, por el contrario, le llevará a una frustración ya
que no es una meta real, y, por lo tanto, no es accesible.
A esa frustración se le suma un elemento de vital
importancia, el entorno familiar. La actitud de su familia no es nada
favorecedora. Los familiares le comparan con sus primos e incluso le llegan a
infravalorar asegurándole de que su profesión no vale para nada. A demás se
puede apreciar como una competición por ver quién de ellos ha conseguido más
logros sin valorar, de este modo, los esfuerzos, la dedicación ni la situación
de cada uno. Todo ello teniendo en cuenta también que su madre le abandonó y
que su padre, a pesar de ser su único apoyo tampoco se implica demasiado,
llegando solo a actuar cuando le expulsan de la escuela. Es cierto que el chico
ya no es un niño, pero aún así el padre debería haber percibido indicios de que
su hijo tiene un serio problema y haber actuado antes. Aun así, cuando el padre
tomo parte de la situación, lo que hace es animar a su hijo a que desista, al
igual que el abandonó la escritura, en lugar de hacerle ver que el camino que
está siguiendo no es el adecuado y que hay distintas formas de aprender por las
que puede optar.
El protagonista llega a tal punto de obsesión que
renuncia a su vida social. No quiere tener amigos, e incluso deja a su novia
dándole un mayor valor a lograr su objetivo que al tener a su lado a una
persona que lo quiere. De la misma forma Andrew no acepta ni pide ayuda o
consejo de los demás. Desde mi punto de vista si el protagonista y sus
compañeros de la banda hubieran establecido una relación, y hubiesen trabajado
en equipo ayudándose los unos a los otros, y no compitiendo exhaustivamente
entre ellos por ver quién era el mejor, creando una interdependencia negativa,
habrían obtenido mejores resultados. Cómo afirma Piaget en su Teoría genética,
la interacción entre iguales da lugar a diferentes puntos de vista que llevan
al aprendizaje de unos de los otros. Al mismo tiempo que Vygotsky defiende en
su teoría sociocultural que el desarrollo individual de las capacidades
psicológicas se produce en interacción social. Si se hubieran ayudado los unos
a los otros, el desarrollo potencial habría sido mayor, obteniendo así mejores
resultados. Cómo se ha mencionado al principio del párrafo, Andrew optó por
privarse de su vida social y por lo tanto de sus tiempos de ocio, relajación y
disfrute, siendo estos momentos imprescindibles para obtener un aprendizaje de
calidad, ya que si no se tienen en cuenta se producirán episodios de
desestabilidades emocionales que conducirán al estrés y la obsesión como en el
caso de Andrew.
La gran ambición del protagonista le lleva a sobre
pasar sus límites y, cuando es expulsado de la escuela se da cuenta de que ha
fracasado debido a que se olvidó de disfrutar haciendo lo que le gustaba, tocar
la batería. En mi opinión cuando decides optar por una profesión, sobre todo
del carácter artístico, es porque te apasiona lo que haces, y ese es un punto
enormemente favorable y muy a tener en cuanta puesto que ya tienes adquirida
una de las herramientas vítales para el aprendizaje y el éxito, como es la
motivación. Para que el aprendizaje sea significativo, productivo y eficaz es
totalmente necesario un impulso que nos lleve a querer saber más, y encontrarlo
en el propio gozo y disfrute será muy beneficioso. Hablando desde mi propia
experiencia con el baile, diré que cada día estoy más involucrada y con mayores
ganas de aprender, pero estoy absolutamente convencida de que, si me lo tomara
de la misma forma que Andrew lo hace con la música, dejaría de gustarme e
incluso llegaría a aborrecerlo. Por lo tanto, cabe destacar que desde mi punto
de vista es esa misma obsesión lo que le hace olvidar porque escogió dedicarse
a ello, y peor aún no disfrutar haciendo lo que realmente le gusta.
Gran parte de esa pérdida del disfrute viene dada por
el papel y la actitud tan característica del profesor. Este piensa que llevando
a sus alumnos al límite y con una estricta disciplina logrará sacar lo mejor de
ellos. En una escena afirma que las palabras “buen trabajo” están destinadas al
fracaso, pues piensa que al escucharla el alumno se quedaría en una zona de
confort y no avanzaría, e incluso se relajaría y sus progresos disminuirían. En
cierta parte estoy de acuerdo con que no debemos dejar que los alumnos se
estanquen en una zona de confort, pero las maneras tan violentas que tiene el
profesor no son las adecuadas para conseguir que el alumno se esfuerce más. Si
a un niño siempre le dices que hace las cosas mal al final terminará pensando
que no puede hacerlo bien, y por lo tanto ni si quiera se esforzará en
conseguirlo ya que tiene interiorizado que él no puede hacerlo. En cambio, si
le vas motivando, valorando sus progresos, el niño irá viendo que es capaz de
hacerlo siempre y cuando se esfuerce y cada día querrá progresar y aprender más
dando lo mejor de sí mismo.
Para que un aprendizaje sea significativo, el alumno debe ser el
protagonista del aprendizaje. Es el profesor quien se tiene que adaptar a las
necesidades y al ritmo de los alumnos y no al contrario. En este caso el
profesor no actúa como un guía si no como un dictador. El objetivo del
aprendizaje no es por el bien de los alumnos si no por complacer los caprichos
del profesor, quien aspira a tener un solo alumno brillante.
La película Whiplash es un claro ejemplo de las
típicas frases “Quien la sigue la consigue”, “Sin sacrificio no hay beneficio”,
etc. Pero eso sí, llevado al extremo.
Desde el comienzo ya vemos como el protagonista se
pone una meta absurda, ser el mejor batería del mundo. Esta meta no potenciará
sus logros como él espera, por el contrario, le llevará a una frustración ya
que no es una meta real, y, por lo tanto, no es accesible.
A esa frustración se le suma un elemento de vital
importancia, el entorno familiar. La actitud de su familia no es nada
favorecedora. Los familiares le comparan con sus primos e incluso le llegan a
infravalorar asegurándole de que su profesión no vale para nada. A demás se
puede apreciar como una competición por ver quién de ellos ha conseguido más
logros sin valorar, de este modo, los esfuerzos, la dedicación ni la situación
de cada uno. Todo ello teniendo en cuenta también que su madre le abandonó y
que su padre, a pesar de ser su único apoyo tampoco se implica demasiado,
llegando solo a actuar cuando le expulsan de la escuela. Es cierto que el chico
ya no es un niño, pero aún así el padre debería haber percibido indicios de que
su hijo tiene un serio problema y haber actuado antes. Aun así, cuando el padre
tomo parte de la situación, lo que hace es animar a su hijo a que desista, al
igual que el abandonó la escritura, en lugar de hacerle ver que el camino que
está siguiendo no es el adecuado y que hay distintas formas de aprender por las
que puede optar.
El protagonista llega a tal punto de obsesión que
renuncia a su vida social. No quiere tener amigos, e incluso deja a su novia
dándole un mayor valor a lograr su objetivo que al tener a su lado a una
persona que lo quiere. De la misma forma Andrew no acepta ni pide ayuda o
consejo de los demás. Desde mi punto de vista si el protagonista y sus
compañeros de la banda hubieran establecido una relación, y hubiesen trabajado
en equipo ayudándose los unos a los otros, y no compitiendo exhaustivamente
entre ellos por ver quién era el mejor, creando una interdependencia negativa,
habrían obtenido mejores resultados. Cómo afirma Piaget en su Teoría genética,
la interacción entre iguales da lugar a diferentes puntos de vista que llevan
al aprendizaje de unos de los otros. Al mismo tiempo que Vygotsky defiende en
su teoría sociocultural que el desarrollo individual de las capacidades
psicológicas se produce en interacción social. Si se hubieran ayudado los unos
a los otros, el desarrollo potencial habría sido mayor, obteniendo así mejores
resultados. Cómo se ha mencionado al principio del párrafo, Andrew optó por
privarse de su vida social y por lo tanto de sus tiempos de ocio, relajación y
disfrute, siendo estos momentos imprescindibles para obtener un aprendizaje de
calidad, ya que si no se tienen en cuenta se producirán episodios de
desestabilidades emocionales que conducirán al estrés y la obsesión como en el
caso de Andrew.
La gran ambición del protagonista le lleva a sobre
pasar sus límites y, cuando es expulsado de la escuela se da cuenta de que ha
fracasado debido a que se olvidó de disfrutar haciendo lo que le gustaba, tocar
la batería. En mi opinión cuando decides optar por una profesión, sobre todo
del carácter artístico, es porque te apasiona lo que haces, y ese es un punto
enormemente favorable y muy a tener en cuanta puesto que ya tienes adquirida
una de las herramientas vítales para el aprendizaje y el éxito, como es la
motivación. Para que el aprendizaje sea significativo, productivo y eficaz es
totalmente necesario un impulso que nos lleve a querer saber más, y encontrarlo
en el propio gozo y disfrute será muy beneficioso. Hablando desde mi propia
experiencia con el baile, diré que cada día estoy más involucrada y con mayores
ganas de aprender, pero estoy absolutamente convencida de que, si me lo tomara
de la misma forma que Andrew lo hace con la música, dejaría de gustarme e
incluso llegaría a aborrecerlo. Por lo tanto, cabe destacar que desde mi punto
de vista es esa misma obsesión lo que le hace olvidar porque escogió dedicarse
a ello, y peor aún no disfrutar haciendo lo que realmente le gusta.
Gran parte de esa pérdida del disfrute viene dada por
el papel y la actitud tan característica del profesor. Este piensa que llevando
a sus alumnos al límite y con una estricta disciplina logrará sacar lo mejor de
ellos. En una escena afirma que las palabras “buen trabajo” están destinadas al
fracaso, pues piensa que al escucharla el alumno se quedaría en una zona de
confort y no avanzaría, e incluso se relajaría y sus progresos disminuirían. En
cierta parte estoy de acuerdo con que no debemos dejar que los alumnos se
estanquen en una zona de confort, pero las maneras tan violentas que tiene el
profesor no son las adecuadas para conseguir que el alumno se esfuerce más. Si
a un niño siempre le dices que hace las cosas mal al final terminará pensando
que no puede hacerlo bien, y por lo tanto ni si quiera se esforzará en
conseguirlo ya que tiene interiorizado que él no puede hacerlo. En cambio, si
le vas motivando, valorando sus progresos, el niño irá viendo que es capaz de
hacerlo siempre y cuando se esfuerce y cada día querrá progresar y aprender más
dando lo mejor de sí mismo.
Para que un aprendizaje sea significativo, el alumno debe ser el
protagonista del aprendizaje. Es el profesor quien se tiene que adaptar a las
necesidades y al ritmo de los alumnos y no al contrario. En este caso el
profesor no actúa como un guía si no como un dictador. El objetivo del
aprendizaje no es por el bien de los alumnos si no por complacer los caprichos
del profesor, quien aspira a tener un solo alumno brillante.